¡Hola otra vez!
Os traigo una entrada a la que presto especial atención ya que me influye a mí directamente. Va dirigido a todas las personas con problemas respiratorios como asma o bronquitis crónica. ¡Espero que os guste!

Habrá de evitarse la persistencia de mecanismos inspiratorios anormales y proceder a una reeducación respiratoria. Es necesario evitar hábitos erróneos que conducen, o son consecuencia, formando círculo vicioso, de reacciones psicológicas de angustia ante los accesos característicos de las distintas afecciones. El enfermo debe saber por qué se ahoga y cómo puede evitarlo.
La respiración por la nariz, la supresión de toda violencia respiratoria, la expulsión o «desinfle» del tórax, la prolongación de la espiración hasta el punto debido, ritmo lento, pero no angustioso, son las condiciones, acertadamente expuestas, de una buena reeducación respiratoria.
Es una puerta abierta a la esperanza que en el enfermo debe alentar con la seguridad de que, a su tiempo, ha de conseguir la recuperación. La práctica demuestra los éxitos conseguidos en enfermos de larga cronicidad, cuando desesperaban de ello.
Mas, si la reeducación respiratoria tiene importancia en el adulto, más aún la encuentra en el niño. A tiempo puede llegar su pronto empleo para evitar deformaciones que, de no hacerlo así, le acompañarán de por vida.
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